La ambición de Oscar Wilde por situar su arte va más allá de la vida, sin duda irrealizable o realizable de forma aproximativa, mediante el recurso constante a lo inhabitual, tiene su origen en el mismo complejo de huida, en la necesidad de sustraerse a la tiranía de los hechos.
El elemento maravilloso juega un papel necesario y responde a la misma exigencia que el elemento paradójico.
Así se establecen correspondencias entre la anormalidad de los sentimientos, la paradoja del pensamiento y lo maravilloso de su obra literaria.
Amo a Oscar Wilde! recuerdo que compré este libro por que de niña vi la película del fantasma de Canterville y me gustó mucho, así que cuando vi no dudé en comprarlo.
Es un compendio de cuentos que al final tienen una moraleja, no dejen de leer el príncipe feliz!
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